miércoles, 12 de octubre de 2016

Violencia homicida en América Latina - Olga L. González

Cómo la mundialización de las políticas de drogas, comercio y
migraciones fragiliza la sociedad

Introducción

1 La violencia homicida individual golpea el día a día de miles de personas : en muchos países de América latina, la primera causa de mortalidad entre los hombres jóvenes es la violencia homicida y existen zonas de las ciudades latinoamericanas donde se vive cotidianamente bajo riesgo de muerte.

Los costos del crimen y la violencia en América Latina y el Caribe


El crimen y la violencia constituyen una plaga en América Latina y el Caribe. Con más de 25 muertes por cada 100.000 habitantes, la tasa de homicidios de la región es la más alta del mundo y triplica el promedio mundial. La delincuencia común generalizada también es un azote en la región, y más del 10% de la población y del 30% de las empresas es víctima de ella (ver Gráfico 1). En este marco de cosas, no tiene nada de sorprendente que en los últimos años los ciudadanos hayan identificado el crimen y la violencia como su principal preocupación.

Estado en armas - Alejandro Moreno


Cuando un fenómeno, un acontecimiento, un movimiento de grupos sociales es dejado al desarrollo de su propia dinámica, tiende a crecer, a proliferar, a profundizarse en los intersticios de la sociedad y a ir ocupando progresivamente todos los espacios de la sociabilidad. Si el movimiento fomenta mejores y más altos niveles de conciencia ciudadana, justicia, respeto a los derechos humanos y pacífica convivencia produce un mejor estado de la cultura, fluidez de las relaciones humanas y superiores condiciones de paz. Si, en cambio, se pone en marcha toda una tendencia criminal, fuera y en contra de la ley, esta se irá concretando en los más diversos modos de actualización y en todos los lugares y espacios a los que pueda tener acceso con sus métodos y procedimientos delincuenciales, que cada día serán más amplios y profundos.

Cansados y violentos - Leonardo Padrón


“Este es un año de cansancio. Verdaderamente es un año muy viejo.
Este es el año de la necesidad”.
 (Antonio Gamoneda)
Hace algún tiempo Laura Restrepo escribió un artículo legendario titulado “La cultura de la muerte” a propósito del drama del sicariato en Colombia. La frase inicial era demoledora: “Una nueva generación de colombianos no sabe que es posible morirse de viejo”. Esa línea, en su perturbación, en su carácter sísmico, la podemos trasladar a nuestro país, hoy, en este cuarto lustro del siglo XXI. Cuando entrevisté a la novelista para Los Imposibles y desbrozamos el tema de la violencia crónica en su país me hizo énfasis sobre el “intolerable contubernio de la vida con la muerte”. Ambas frases me rondan sin pausa. Eso es justo lo que estamos viviendo los venezolanos. Nunca como hoy ha sido tan fácil morirse en este país.

Venezuela, el país que metabolizó la violencia - Andrés Cañizales

Como en el pueblo minero de Tumeremo, la violencia es el pan de cada día


El escenario fue un pueblo minero. 17 personas murieron tras recibir disparos a quemarropa, 16 de ellos le dieron un balazo en la cabeza. Los cuerpos fueron ocultados en un lodazal en una zona boscosa. Los familiares encabezaron una protesta para exigir una investigación y la primera reacción del gobernador regional fue decir que se trataba de una maniobra política “de la derecha” que había generado una “masacre virtual”.

La violencia homicida en la Venezuela actual - Alejandro Moreno


La violencia, tomada como fenómeno social, es casi infinita en sus manifestaciones. Podemos incluir en el concepto desde el simple insulto verbal hasta la guerra y las más atroces masacres, como la última sucedida en Tumeremo.  En una sociedad, como la venezolana, que no se encuentra en estado de guerra se da una inmensa variedad de actos violentos tales como, dejando de lado los menos dañinos, robos, secuestros, agresiones con saldo de heridos y muchos más. Sin embargo, cuando se trata de calibrar el estado de la violencia en un momento determinado de la vida de una comunidad nacional, se recurre a estudiar la cantidad y la calidad de los homicidios por distintas razones entre la cuales hay que considerar dos principalmente. Una, que estudiando la situación de la violencia interpersonal en su manifestación extrema, el asesinato, se puede tener una apreciación bastante objetiva de la inseguridad reinante en la vida cotidiana de los ciudadanos, pues normalmente los actos violentos de menor peligrosidad son mucho más abundantes que los homicidios y su número se correlaciona con el de éstos de modo que a más homicidios, más delitos menores.

Para comprender la violencia en Venezuela - Roberto Briceño-León


El 2015 cerró como el año más violento y con mayor criminalidad: las cifras más grandes de homicidios, robos, secuestros, extorsiones en la historia del país. Sin embargo, las cifras oficiales no dijeron nada. El silencio parece ser la política oficial desde hace más de una década… El presente trabajo recoge lo que ha sido la historia y metodología de trabajo del Observatorio Venezolano de Violencia, el informe que presenta la institución del año 2015 y un artículo de su director, que intenta comprender y explicar la violencia y la criminalidad en nuestro país

Freddy Crespo,Criminólogo: “El diseño de políticas criminales es improvisada” - descargar libro

Freddy Crespo, criminólogo, presentó los resultados de la encuesta de victimización y miedo al peligro. El instrumento tomo como muestra 498 casos entre Mérida y la parroquia Sucre de Caracas entre mayo y junio de 2013. El principal resultado que explicó el especialista fue el hecho que en ambas zonas la percepción y sensasión de inseguridad son similares.